Una frase un poco dramática, pero así dice en la Biblia refiriéndose a la unión especial que debe crearse en una nueva pareja.
Ayer en un asesoramiento matrimonial que no había logrado descifrar cómo resolver, sucedió lo mejor de lo mejor. La pareja a punto de separarse decidió, tal vez movidos por la urgencia del momento, parar un momento y observar.
Se dieron cuenta exactamente por qué parte de su pasado juntos no estaban tomando responsabilidad. Cuando lo encontraron, rieron y se recuperaron.
La lección: Tú eres responsable por tu pareja y antes de tirar la toalla más te vale parar y mirar todos los hechos con honestidad y realismo: lo más probable es que SI existe una solución.
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