Una de las grandes carencias de nuestra educación, es la instrucción financiera práctica.
Esto resulta en errores crediticios y en mentalidades que basan la planeación de las finanzas más en esperanzas que en hechos.
Además están las ideas caprichosas de que "no comprarme lo que quiero, cuando lo quiero me hace sentir pobre", lo cual es una absurda mentira.
Tuvimos que pasar por fuertes dificultades económicas para comprender que una pareja joven debe construir su economía con inteligencia y mesura. Y que no hay nada más gratificante que lograr las metas económicas juntos.
Aprender a decirte "no" cuando el capricho de un día significará meses y meses de esclavitud crediticia a costos absurdos, es lo más racional y gratificante que puedes hacer.
Así es mejor tener esto claro en cada etapa de su vida financiera: Lo que se quiere gastar Vs. lo que realmente se puede. Sabiendo que así estarán edificando un futuro mucho mejor que el que promocionan los comerciales de las tarjetas de crédito.
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